El color verde y la vegetación natural se convierten en los protagonistas absolutos del espacio, aportando una energía única. Desde el inicio, la intención fue crear un ambiente que evocara frescura, tranquilidad y conexión con la naturaleza, utilizando una paleta de tonos verdes que van desde los más suaves y relajantes hasta los más intensos y vibrantes, generando una sensación de dinamismo sin perder la serenidad.

El diseño incorpora plantas de interior de gran tamaño, como ficus, monstera y palmeras, que se disponen estratégicamente en diversas áreas del espacio, creando un ambiente acogedor y estimulante a la vez.
Para maximizar el impacto visual, se han creado rincones de plantas que sirven como puntos focales en el espacio, dándole profundidad y carácter. La combinación de elementos naturales, junto con el uso inteligente del color y la luz, crea una atmósfera envolvente que no solo proporciona bienestar, sino que también refleja el deseo de vivir en un entorno que respire naturaleza.